Este jueves, un total de 113 cardenales se congregaron en el Vaticano para participar en la tercera Congregación General, un evento crucial previo al cónclave que elegirá al nuevo Papa. Durante esta reunión, se discutieron temas fundamentales sobre el futuro de la Iglesia Católica y se definieron detalles ceremoniales para los días venideros.
La sesión se llevó a cabo en el Aula del Sínodo, comenzando a las 9:00 y finalizando a las 12:00, tras un receso de 30 minutos. Un momento significativo fue el juramento de los cardenales que aún no lo habían realizado, así como las deliberaciones sobre el rumbo que tomará la Iglesia. Se decidió que el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández oficiará la misa del sexto día de los Novendiales, sustituyendo al camarlengo, el cardenal Kevin Farrell.
Detalles de la reunión y futuros eventos
En la agenda de la reunión, también se estableció que el padre Donato Ogliari, abad de la Basílica de San Pablo Extramuros, llevará a cabo la primera meditación el lunes, mientras que el cardenal Raniero Cantalamessa ofrecerá la segunda al inicio del cónclave, cuya fecha aún está por confirmarse. Los cardenales leyeron los primeros 23 párrafos de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que regula el proceso de elección papal, lo que subraya la importancia de estos encuentros.
Hasta el momento, más de 61.000 personas han presentado sus respetos al Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, la cual cerrará a medianoche, a menos que continúen las multitudes haciendo fila para ingresar.
Controversias y expectativas
Una controversia notable ha surgido en relación con la participación del cardenal italiano Angelo Becciu, quien busca votar en el cónclave a pesar de haber sido despojado de sus privilegios por el Papa Francisco tras un escándalo de fraude financiero. Esto ha generado debate sobre la legalidad y la ética de su participación, dado que figura como no votante en los registros vaticanos.
La próxima Congregación General está programada para este viernes a las 9:00, momento en el que se espera que se continúen definiendo detalles cruciales para el futuro de la Iglesia Católica. Este es un tiempo de reflexión y preparación, no solo para los cardenales, sino para toda la comunidad católica, a medida que se acerca la elección de un nuevo líder espiritual.
La Iglesia Católica se encuentra en un momento decisivo. Las decisiones que se tomen en este período tendrán un impacto duradero en el rumbo de la institución y en la vida de millones de fieles alrededor del mundo.
